CUENCO, proyecto ganador de Pabellón Eco 2023

La intervención en el patio del Museo Experimental El Eco estará expuesta a la gravedad y las interacciones meteorológicas

CUENCO, proyecto de OCIO taller + Bianchi Majer + Nicolás Guzmán + Angélica M. Pena + Andrés Lira, obtuvo la mayoría de votos en el certamen de arquitectura Pabellón Eco 2023, del Museo Experimental El Eco, por lo que será producido en el patio del recinto fundado por Mathias Goeritz.

En la página de la institución se informó que los días 6 y 7 de marzo el jurado compuesto por Gabriela Carrillo –curadora invitada–, los arquitectos Santiago Borja y Diego Rivero Borrell, la directora del museo Paola Santos Coy y David Miranda –curador del mismo– se reunieron para revisar los siete proyectos concursantes y dar un veredicto final e inapelable.

Además de responder sobre la línea curatorial planteada en la convocatoria, titulada Tiempo Cero, se explica que los criterios que llevaron a la decisión del jurado fueron que el proyecto toma en cuenta las condiciones naturales, ambientales y climáticas del patio abierto del museo, su sitio-especificidad, que puede acoger un programa público, así como su viabilidad constructiva, financiera y de gestión.

El proyecto ganador consiste en la construcción de una sombra flotante por medio de un objeto circular suspendido y expuesto a la gravedad y las interacciones meteorológicas, que lo hacen elevarse o caer para contraer y dilatar el espacio del patio al ritmo del peso acumulado.

Con CUENCO, informa el museo, se busca “vestir el patio de un sentido temporal, perceptible y cinético a través de la construcción de una sombra flotante. El plato se debate en la búsqueda del equilibrio entre la Tierra que lo atrae en respuesta de su masa y la tensión estabilizadora que lo sostiene levitativo, falsamente inerte. Dicho equilibrio está sujeto a variantes biológicas, atmosféricas, al diseño mismo, los pesos dispuestos y la suma de sus fuerzas opositoras: cúmulo de circunstancias extrínsecas e intrínsecas entretejidas en una red de eventos interdependientes que encuentran su foco en el plato.”

A los siete equipos finalistas del certamen el jurado del museo hizo cuatro preguntas relativas a su proyecto. En el caso de CUENCO, sus creadores explicaron que si bien se trata de un proyecto arquitectónico, “en realidad rebasa las fronteras de la arquitectura vista como una unidad discreta y estática, anclada a la historia. De esta forma fue como consideramos la participación de una filósofa, un pintor-filosófico-cotorro y un biólogo en un equipo de cinco arquitectxs”.

Lo que proponen es una experiencia contemplativa. “Lo temporal como una impresión del impacto de los elementos de la naturaleza y el ser humano en la realidad concreta del patio”.

El jurado también decidió otorgar una mención especial al equipo COSA (Andrés Harvey, Alberto Bolaños, Matthew Kennedy), cuya propuesta fue “una acción que pretende generar una imagen radical con la que el espacio es asociado, asemejándose a la imagen urbana contemporánea, siempre en renovación. Remover las cualidades ‘metafísicas’ del museo que crean un espacio que de cierta manera responde al Manifiesto de Goeritz: ‘una arquitectura experimental que no recae en el decorativismo vacío y teatral’, sino que genera un diálogo alrededor del discurso material de la arquitectura y provoca una discusión pública sobre qué conservamos, qué recordamos y qué creamos en un momento de urgente crisis cultural y ambiental”.

Debido a la pandemia, la iniciativa del Pabellón Eco había estado suspendida desde el año 2020. En respuesta a esta convocatoria 2023 se recibieron 172 registros de 16 estados de la República y tres países.

Reflexión espacial

El Pabellón Eco se inició en 2010 con la misión de ofrecer una plataforma para la producción arquitectónica con énfasis en la experimentación y la reflexión espacial. A lo largo de este tiempo, el proyecto pasó de ser un concurso por invitación, centrado en Ciudad de México, a abrir una convocatoria a nivel nacional, establecer un esquema de selección, invitar a un curador/a para definir líneas de investigación y, finalmente, establecer una alianza con la Facultad de Arquitectura de la UNAM.

Consiste en una intervención temporal en la arquitectura emocional de Mathias Goeritz, específicamente en el patio del museo, que durante unos meses alberga actividades de un programa público que combina artes visuales, escénicas, música y conversatorios derivados de la forma y los temas propuestos por el diseño ganador y el curador de la emisión.

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