El museo y los derechos humanos, indisociables

Claudia del Pilar Ortega, del Instituto de Liderazgo en Museos. Foto: Cultura UNAM.
Por supuesto, una gran manera de celebrar el Día Internacional de los Museos es visitarlos. Sin embargo la Cátedra Internacional Inés Amor en Gestión Cultural lo celebró con una conferencia no exenta de gran interés para el público que gusta de los espacios museísticos, en alianza con el Consejo Internacional de Museos (ICOM) México.

La cultura no está considerada como una meta específica en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU. Sin embargo, se le menciona transversalmente en varios. Y para muchos expertos no queda duda de la necesidad de su presencia. Hay incluso quien sostiene que la cultura es esencial para el cumplimiento de la Agenda 2030, partiendo también de la idea de que existen derechos humanos culturales que todos deberíamos disfrutar.

En la conferencia Derechos humanos culturales en los museos: una revisión desde los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), Claudia del Pilar Ortega, quien actualmente es coordinadora general del Instituto de Liderazgo en Museos, destacó que la perspectiva central de los derechos humanos culturales es promover la participación en la vida cultural bajo condiciones de igualdad y no discriminación de toda persona, grupo y comunidad.

Uno de los ángulos más sobresalientes en la charla fue el de adoptar un enfoque de gestión y resultados alineado en lo general a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, para que los museos puedan ofrecer a la ciudadanía un servicio público comprometido, transparente, eficaz y creativo.

“Es un tema que le importa a muchísimas personas en la actualidad, a pesar de que parecería algo ya agotado. Sin embargo, hay tanto por hacer en los tiempos de la pospandemia que resulta fundamental poder continuar con esta reflexión, a manera de celebración por el Día Internacional de los Museos, coordinado por el Consejo Internacional de Museos”, aseveró la especialista.

“El propósito de las estrategias y políticas sobre el asunto se enfoca generalmente en la necesidad de vincular a los museos con la educación y la investigación. En ese sentido, los objetivos también deben considerar el desarrollo sostenible, la propia sostenibilidad y la gobernanza, que están ligados indiscutiblemente en una relación intrínseca entre ambos aspectos. Mi propuesta aborda cuatro ejes de trabajo: la importancia de los museos para los objetivos de desarrollo sostenible, traer a la memoria los marcos normativos existentes en el ámbito internacional y en México, los propios derechos humanos culturales y su presencia en las políticas públicas.”

De acuerdo con la especialista, dichos aspectos son clave para pasar del discurso, la discusión y reflexión, a la acción, sustentada en la investigación en todos los sentidos, como recabar evidencias, documentarlas y poder, a partir de ello, tener certeza sobre cómo establecer los vínculos necesarios.

Detalló que en su trabajo ha utilizado a la inteligencia artificial para establecer cuáles son los conceptos fundamentales que puedan generar un marco regulatorio para los derechos humanos culturales, los cuales están íntimamente vinculados a los conceptos de diversidad, inclusión, comunidad, identidad, educación, empoderamiento, igualdad, diálogo y colaboración.

“Es relevante tener presente que los derechos humanos culturales son clave en el desarrollo integral de las personas, pues además se constituyen como garantías que son poco conocidas por la mayoría, por lo menos en nuestro país. Así que es necesario establecer un punto de sensibilización para que el público tenga presente que los museos son importantes, tanto en los intercambios como para el enriquecimiento de la cooperación y la paz de los pueblos.”

Claudia del Pilar Ortega consideró que estos temas deben ser vistos desde una perspectiva crítica respecto a lo que ocurre en realidad, a partir de la experiencia de las personas durante su visita a un museo de cualquier tipología, de cualquier característica, ya sea un recinto público, privado, universitario, de arte e historia.

“Preguntarnos por ejemplo si realmente estamos logrando como directores o responsables de museos que las personas se asombren y se apropien de dichos espacios, que los cuestionen, y si realmente estamos considerando que son espacios para la cooperación y la paz.”

“Es decir, poner más atención a aquello que se ofrece como contenido en salas, preguntarnos si es verdaderamente apto para un público amplio, si es necesario para las comunidades en que se encuentre el recinto y sus habitantes. El resultado de tales reflexiones permitiría continuar con el desarrollo integral de la sociedad en su conjunto, incluso provocar el análisis en torno a problemas sociales, de violencia o ambientales. Pensemos aun en la posibilidad de construir un modelo descriptivo o epistemológico que permita establecer vínculos generacionales.”

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