Inauguran muestra sobre el cerebro y sus emociones

Contiene información atractiva, mamparas y dibujos, vitrinas con especímenes y proyecciones multimedia

Foto: Francisco Parra.

Conocer un poco acerca de cómo funciona el órgano que a través de complejas relaciones bioquímicas nos hace estar felices o tristes, contentos o enojados, asombrados o curiosos, es posible en la nueva exposición El cerebro y sus emociones.

Presentada para todo público en la Isla del Saber, módulo de divulgación ubicado dentro de la Tienda UNAM, el pequeño pero nutrido espacio contiene información atractiva, mamparas con datos y dibujos, vitrinas con especímenes de cerebros y proyecciones multimedia.

Durante la inauguración de la muestra, Guadalupe Valencia García, coordinadora de Humanidades, reconoció que el sitio dentro de la Tienda UNAM es perfecto para divulgar ciencias y humanidades, pues es pequeño pero potente y permite llegar a otros públicos.

“Esta exposición muy ilustrativa permite que todos nos reconozcamos en lo que aquí podemos mirar. Ahora vamos a saber a qué emoción se liga la oxitocina y a cual la serotonina y todas las demás. La muestra la hace una UNAM con la que queremos llegar a todas y todos.”

Agradeció el trabajo conjunto para lograr la exhibición, en la que participaron las direcciones generales de divulgación de las Humanidades (DGDH) y de la Ciencia (DGDC), en coordinación con la Facultad de Psicología (FP), el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez (INNN) y la Dirección General de Servicios Administrativos (DGSA) de Tienda UNAM.

Ángel Antonio Arauz Góngora, director del INNN, consideró maravilloso acercar la ciencia a todos los niveles y participar en este proyecto conjunto de divulgación con la UNAM.

“El cerebro controla prácticamente todo, desde los signos vitales hasta las emociones; y el caminar, sentarnos, hablar y escuchar también dependen de él. Es muy importante saber cómo funciona y cómo podemos cuidarlo”, señaló.

María Elena Medina Mora, directora de la FP, dijo que las emociones son especialmente importantes, porque tienen que ver con nuestro bienestar. “De la manera en que las entendemos, reconocemos y vemos qué nos está pasando es como podemos controlarlas y entender qué sucede en nuestro cerebro”.

Ángel Figueroa Perea, director general de Divulgación de las Humanidades, agradeció la hospitalidad de la Dirección General de Servicios Administrativos y las facilidades para realizar este y otros proyectos de divulgación dentro de la Tienda UNAM.

Recordó que parte del trabajo hecho desde hace más de tres años con la Facultad de Psicología sobre el Diccionario de las emociones se ve reflejado en esta exposición, que puede visitarse hasta el 29 de diciembre dentro de la Tienda UNAM.

La muestra informa que el cerebro es el órgano más complejo de nuestro cuerpo, el cual flota dentro del cráneo en un líquido llamado “encefalorraquídeo” y pesa casi 1.5 kilogramos.

Para emocionarnos, el cerebro percibe la realidad por medio de los sentidos, en un instante la valora y reaccionamos porque se genera una emoción que se manifiesta con cambios en nuestro cuerpo y conducta.

El sistema límbico, también llamado “cerebro emocional” es el centro donde se procesan y se regulan nuestras emociones. Se sitúa debajo de la corteza cerebral.

Este órgano regula funciones vitales como la respiración, pulso cardiaco, hambre, sueño y sed; así como otras superiores, por ejemplo razonamiento, memoria, atención, conducta y emociones.

Las emociones son respuestas a estímulos externos, como lo que sucede a nuestro alrededor, o internos, por ejemplo nuestros pensamientos.

Entre las sustancias asociadas con las emociones destacan la serotonina, un neurotransmisor que participa en la sensación de bienestar y felicidad si sus niveles son adecuados; la oxitocina u “hormona del apego”, pues nos da sensación de confianza; el cortisol, hormona que se libera durante el estrés, aunque si es demasiada puede provocar ansiedad y depresión; y la vasopresina, que libera en el estrés la ansiedad y agresión, pero también permite los vínculos sociales.

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