La coherencia cerebral, un antídoto para la violencia

El psicólogo Frederick Travis hizo una demostración de los efectos de la meditación trascendental en el cerebro

Foto: El Aleph.

Para Frederick Travis, director del Centro para el Cerebro, la Conciencia y la Cognición de la estadunidense Universidad Internacional de Maharishi, el problema de la violencia radica, en buena medida, en la mente, y puede resumirse en una máxima aparentemente simple: “sin paz interior, no hay paz exterior”.

El problema de la violencia –explicó– tiene que ver con la manera en que las personas reaccionan ante las situaciones y hacia los demás, y este modo de relacionarse con los eventos externos, sea de forma pacífica o violenta, con estrés y ansiedad o con apertura y empatía, depende de factores emocionales que tienen una raíz fisiológica, como la calidad del sueño o la alimentación, pero también con la naturaleza de la mente. ¿En qué consiste ésta?

“Imaginen la mente como un océano, que se mueve con un oleaje que cambia todo el tiempo, con oleadas de pensamientos, sentimientos, imágenes”, planteó el doctor en psicología para abrir su conferencia magistral Coherencia cerebral y paz interior, dentro de El Aleph. Festival de Arte y Ciencia 2023, en el Pabellón Nacional de la Biodiversidad de la UNAM. “Pero hay niveles más serenos y acallados en los que tiene lugar, por ejemplo, la intuición”.

Por décadas, Travis ha estudiado científicamente los efectos de la meditación trascendental (MT) en el cerebro humano. Sus hallazgos en este campo lo han convertido en una celebridad, que ha atraído hacia esta disciplina a un gran número de personas y creadores como el cineasta David Lynch o el comediante estadunidense Jerry Seinfeld.

Travis explicó que, a través de un proceso que requiere de ciertas técnicas, disciplina y la guía de un maestro, la MT permite disminuir el oleaje, al acallar los pensamientos, y permitir que emerja un silencio mental natural.

“Con la práctica, el espacio entre un pensamiento y otro se va haciendo más largo. Llega un punto en que éstos ocupan un lugar secundario y lo que priva es el silencio natural de la mente”. Éste que genera una experiencia de paz interior. “Nos sentimos completos, en unidad con el todo”. Tal estadio de la mente tiene una explicación científica que recibe el nombre de coherencia cerebral.

“Llamamos coherencia cerebral cuando dos partes del cerebro trabajan al unísono”, puntualiza el experto. El fenómeno puede entenderse fácilmente con una comparación que compartió el divulgador de la ciencia José Gordon, curador de El Aleph: “Es como si una zona del cerebro estuviera cantando una canción de Los Beatles y otra una diferente. Dicha coherencia surge cuando ambas partes entonan juntas la misma melodía”.

Con el fin de dar cuenta de este fenómeno, Travis colocó electrodos a una voluntaria para mostrar al público su electroencefalograma en vivo. En pantalla se hace visible la gráfica de dos regiones cerebrales, que al momento lucen desiguales. Una tercera franja de la gráfica describe el nivel (bajo) de coherencia cerebral.

Diferentes tipos de actividad cerebral generan ondas distintas, detalló Travis. Por ejemplo: la concentración en una tarea, una acción enfocada, tiene una frecuencia llamada gamma, de 30-50 hertzios por segundo. “Es cuando estás muy concentrado en algo y no prestas atención a lo que sucede a tu alrededor”. Prácticas meditatorias como el mindfulness o atención plena –añadió– generan ondas theta, de 5-8 hertzios/segundo. La MT lleva al cerebro a una frecuencia de onda denominada alfa-1, de 8-10 hertzios/segundo. “La frecuencia que genera la paz interior”.

Después pidió a la persona conectada al encefalógrafo que comience su práctica meditatoria. Al hacerlo las gráficas cambian: los valles y crestas de las ondas se muestran más simétricas y la franja de coherencia cerebral se eleva.

A diferencia de otras formas de meditación –dijo–, la MT desarrolla la naturaleza de la mente. “Y ésta es expandirse. Es decir, trascender, lo que significa estar en contacto más allá de uno mismo, con el otro, con lo que sucede afuera”.

El psicólogo asegura que en un periodo de 30 días la meditación trascendental disminuye efectos de estrés postraumático como ansiedad, insomnio o fatiga. Este proceso aumenta la empatía y la compasión, y permite desarrollar todo el potencial de la mente, lo cual, sostiene, es tangible entre personas reconocidas por su elevada creatividad en diversos ámbitos, quienes son practicantes de esta disciplina, y trabajan para el bien común.

“La coherencia cerebral es el antídoto para la violencia”, concluyó.

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